Cubertería

El primer paso es que laves la vajilla como mínimo a 60 ºC para asegurarte de que se ha hecho una desinfección eficaz. También debes asegúrate de usar un detergente de buena calidad, que remueva la grasa y la suciedad adecuadamente. Y, por último, es importante que guardes la vajilla una vez esté todo seco.

El material más habitual para los cubiertos de hostelería es el acero inoxidable por su gran durabilidad y resistencia. También pueden ser de policarbonato, madera e incluso de plata u oro. Estos dos últimos (os cubiertos de plata y oro) nunca son macizos, siempre tienen un alma de acero.

A continuación, compartimos 3 opciones que puedes poner en práctica para hacer brillar tu cubertería de plata:

En un bol envuelto en papel de aluminio, añade 1 pizca de sal, 1 pizca de bicarbonato, agua caliente y después mete tu cubertería de plata. Déjala en remojo durante 10 minutos aproximadamente y luego sécala. ¡Y listo, así de sencillo! (Este método puedes emplearlo para limpiar otros artículos de plata). Si a tu cubertería de plata le falta brillo, puedes hervirlos en una cacerola. Luego espera a que se enfríen para secarlos con un paño. Esto ayudará a que tus tenedores, cucharas y cuchillos recuperen su brillo natural.

Por último, te dejamos otro método igual de sencillo que los anteriores. Empapa un trozo de algodón en alcohol, frota bien los cubiertos y cuando veas que ya has eliminado las manchas oscuras, lávalos con jabón. Luego aclara los cubiertos con agua y sécalos con un trapo de algodón blanco.