Las freidoras para hostelería son una pieza clave en la maquinaria de cocción de cualquier negocio de restauración: permiten trabajar con grandes volúmenes de patatas, croquetas, rebozados, pescados, precocinados y producto congelado manteniendo temperatura estable y tiempos de servicio cortos.
Frente a una freidora doméstica, una freidora industrial para hostelería se diferencia por:
Mayor potencia y capacidad, pensadas para producción continua.
Componentes y construcción en acero inoxidable para soportar uso intensivo.
Elementos pensados para el profesional: grifos de vaciado, resistencias o quemadores de alto rendimiento, protección térmica y termostatos de seguridad.
En Aliumpro reunimos freidoras industriales adecuadas tanto para pequeños bares como para cocinas de gran producción.
En función de la instalación y del tipo de cocina, podrás elegir entre:
Freidoras eléctricas para hostelería: ofrecen un control de temperatura muy preciso y son fáciles de instalar en la mayoría de locales. Están disponibles en versiones de cuba simple o doble, desde capacidades compactas hasta modelos de gran producción.
Freidoras a gas industriales: recomendadas para cocinas con gran volumen de fritura, gracias a su alta potencia y rapidez de recuperación de temperatura.
Ambos tipos están pensados para uso intensivo en bares, restaurantes y colectividades.
Freidoras de sobremesa: ideales para bares pequeños, food trucks, cocinas con espacio limitado o como refuerzo en horas punta. Normalmente ofrecen capacidades entre 3 y 10 litros por cuba.
Freidoras con mueble (de pie): integran la cuba o cubas en un mueble de acero, con mayor capacidad de aceite y superficie de trabajo, pensadas para cocinas industriales y restaurantes con gran volumen de fritos.
Las freidoras de cuba simple son suficientes para negocios con un volumen moderado o una carta poco centrada en fritos.
Las freidoras de doble cuba permiten:
Freír diferentes productos simultáneamente.
Evitar mezcla de sabores (por ejemplo, separar pescado del resto de productos).
Mantener la producción en horas punta sin perder calidad.
Las capacidades habituales van desde 3–5–8–10 litros por cuba en modelos compactos hasta freidoras industriales que superan ampliamente los 20 litros por cuba e incluso más de 50 litros de capacidad total.
El primer criterio es relacionar la capacidad de la cuba con el número de raciones que necesitas sacar:
Para bares y cafeterías con un volumen medio de fritos, suelen bastar freidoras entre 5 y 8 litros por cuba.
Para restaurantes, fast food o cocinas de colectividades, conviene optar por freidoras de mayor capacidad (o varias freidoras) para no saturar la cocina y mantener la calidad del producto.
Una freidora demasiado pequeña para tu producción se traduce en bajadas constantes de temperatura y frituras de mala calidad.
La potencia es clave:
Freidoras industriales con potencia elevada calientan el aceite rápidamente y recuperan la temperatura tras cada carga, fundamental cuando se trabaja con producto congelado.
Si la potencia es insuficiente, la temperatura del aceite cae por debajo de los 150 ºC, el producto se cuece en lugar de freírse y los rebozados quedan blandos.
En Aliumpro verás siempre indicadas las potencias en las fichas de producto, para que puedas comparar.
En hostelería se priorizan freidoras:
Construidas en acero inoxidable, resistentes a la corrosión y fáciles de limpiar.
Con cuba extraíble y grifo de vaciado, que facilitan el filtrado y cambio de aceite.
Con termostatos de trabajo y de seguridad, protección contra sobrecalentamiento y componentes certificados.
Una buena construcción reduce el riesgo de averías, mejora la seguridad y te ahorra tiempo en limpieza diaria.
Al elegir Aliumpro para tu categoría de Freidoras para hostelería obtienes:
Selección especializada en freidoras industriales eléctricas y a gas, de sobremesa y con mueble, pensadas para uso profesional en el sector HORECA.
Fichas técnicas completas con capacidad, potencia, tipo de alimentación, medidas, material y equipamiento (grifos, cestas, termostatos, etc.), para que puedas comparar fácilmente.
Modelos adecuados tanto para pequeños negocios que empiezan como para cocinas industriales que necesitan alta producción continua.
Una freidora doméstica está pensada para usos puntuales en casa, con menor capacidad, potencia y ciclos de trabajo.
Una freidora industrial para hostelería:
Soporta muchas horas de servicio al día.
Mantiene la temperatura con cargas continuas de producto.
Está fabricada en acero inoxidable y equipada con elementos de seguridad y mantenimiento pensados para uso profesional.
Dependerá de tu instalación y del tipo de cocina:
Eléctrica: muy buen control de temperatura, instalación sencilla y gran variedad de modelos de sobremesa.
Gas: recomendables en cocinas con mucho volumen de fritos y disponibilidad de gas, por su rapidez y rendimiento energético.
Si estás montando un negocio nuevo, conviene valorar costes energéticos y potencia eléctrica disponible.
Como orientación:
Bares pequeños con raciones y tapas: una freidora de 5–8 litros puede ser suficiente.
Restaurantes con alto volumen de fritos o fast food: mejor freidoras de mayor capacidad o doble cuba, dimensionadas según el número de comensales y la rotación de platos.
Lo importante es que la freidora pueda asumir el pico de trabajo sin que se desplome la temperatura.
Sí. Un grifo de vaciado facilita mucho el cambio y filtrado del aceite, reduce riesgos de quemaduras y hace que el mantenimiento sea más rápido y seguro. Es una característica habitual en freidoras industriales de gama profesional y muy recomendable en hostelería.
Algunos consejos básicos:
Mantener la temperatura de trabajo dentro del rango recomendado (normalmente 170–180 ºC).
Filtrar el aceite regularmente y evitar mezclar productos muy distintos en la misma cuba.
Evitar sobrecargar la cesta para que no baje demasiado la temperatura.
Seguir las indicaciones del fabricante respecto a limpieza y ciclos de uso.
